Estamos muy contentas de poder ser partícipes de eventos como el que hoy nos convoca. Son instancias que nos permiten intercambiar experiencias, las cuales muchas veces vivimos en soledad, en esa inercia a la que la vida moderna nos arrastra. Es gratificante poder escuchar la historia de superación de otras mujeres, lo cual nos da fuerza, nos estimula, nos da esperanza y nos hace saber que estamos acompañadas.
Hoy tenemos un panel con mujeres que se encuentran en distintas etapas de sus vidas; que han recorrido caminos diversos; vamos a compartir experiencias, esperanzas, vivencias, anhelos y también dolores y frustraciones, que todas hemos padecido. Esto es un deber, una cuestión de solidaridad para con el resto, contribuir a visualizarlas, en una sociedad que como con todo tipo de discriminación, tiende a ocultar.
Reflexionaremos sobre nuestra propia historia de vida, el trayecto y trabajo que nos trajo a este ambiente históricamente tan cerrado a las mujeres, como es el mundo de la política. Muchas de las que ingresaron a la misma, a pesar de ser brillantes, lamentablemente quedaron en el camino, víctimas de la desigualdad que queremos combatir.
Soy una mujer que cree en las diferencias. Como mujer me siento distinta al hombre en muchos aspectos, algunos muy obvios, y celebro esas diferencias que nos hacen ser lo que somos y cuya complementariedad es capaz de dar lugar al milagro más hermoso como lo es la vida misma. Aprovecho para agradecer a todos los que hoy nos acompañan.
Lo que no vamos a concebir y ante lo cual nunca claudicaremos en la lucha, es en la existencia de diferencias en los derechos; en que se impongan modelos sociales que limiten el desarrollo de la mujer; que a la hora de ingresar a un trabajo se nos discrimine por nuestro sexo, sin tener en cuenta nuestros “talentos o virtudes”; que no se nos brinden las mismas oportunidades, que se nos condicione, subestime, violente o hasta asesine, por el hecho de ser mujeres.
Si bien en política los esfuerzos por redimensionar el rol de la mujer son auspiciosos lejos estamos de lograr la plena participación de las mujeres y el trato igualitario con los compañeros varones.
Fenómenos tales como el DESEMPODERAMIENTO de las mujeres azotan la realidad de muchas dirigentes que abandonan la política al no poder insertarse en la toma de decisiones.
A pesar de los esfuerzos por igualar la participación de los sexos, la práctica arroja elementos que alejan la igualdad efectiva y ubican a la mujer siempre en un segundo lugar.
Si son más de la mitad de la población, ¿cómo se entiende esta infrarepresentación si no es por patrones socioculturales?
En los últimos años el movimiento de mujeres se ha convertido en un actor político muy importante. Esto debe traducirse en representación política.
Hay quienes se escudan en la “meritocracia” para oponerse a la paridad, tanto en la esfera política, económica como social existe una barrera invisible que impide a las mujeres desarrollarse con las mismas posibilidades que los varones.
En la actualidad, el grado de paridad es un indicador de la calidad de la democracia de una Nación y existen numerosas declaraciones, convenciones y plataformas de derechos humanos que abogan por ese cambio.
Mi doble condición, mujer y afrodescendiente (negra con orgullo de mi linaje) me enfrentan a una doble vulnerabilidad pero no por ello baje los brazos sino que me proyecta aún más a trabajar en aras de la igualdad para fomentar y hacer realidad la integración de la perspectiva de la mujer.
La participación de las minorías en el poder resulta imprescindible para poder involucrar todas las miradas que confluyen en la elaboración de la ley determinado que esta sea verdaderamente justa.
La historia ha demostrado que el ámbito político ha sido esencialmente masculino. Así encontramos leyes con una clara impronta de los varones que no condicen con la realidad de las mujeres y han debido adecuarse.
Todos tienen derechos políticos lo que supone no solo el sufragio sino también la participación.
Hemos logrado mucho desde que comenzamos esta lucha, a nivel legislativo que es el que voy a resaltar.
BANCADA BICAMERAL FEMENINA que proyectó la VISIBILIDAD DE LAS LEGISLADORAS MAS ALLÁ DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS.
La PARTICIPACION ACTIVA DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD ha dejado de ser un aspecto decorativo para ser una CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PAZ SOCIAL y una garantía para la protección de los Derechos Humanos.
DEBEMOS ERRADICAR TODAS LAS BARRERAS VISIBLES Y NO VISIBLES QUE EQUIVALEN A UNA FORMA DE MENOSPRECIAR A LA MUJER.
LA MUJER ES UN AGENTE DE CAMBIO, la necesidad de EMPODERAR A LA MUJER EN POLITICA NO ESTÁ DE MODA se introdujo, por consenso en la comunidad internacional a través de la Agenda 2030 que prevé 17 objetivos y su común denominador es FORTALECER LA DEMOCRACIA DE CALIDAD.
LA IGUALDAD ES UN DERECHO HUMANO. ES LA BASE NECESARIA para construir un mundo pacífico y próspero.
La mujer no es un mero ingrediente para las listas ni para las fórmulas. La mujer debe ser TAN PROTAGONISTA DE LAS LISTAS COMO DE LAS FORMULAS.
LA PARIDAD EN LA TOMA DE DECISIONES ES UN APORTE PARA LA PAZ SOCIAL. YA NO SE TRADUCE EN UNA LUCHA DE LAS MUJERES POR EL PODER SINO EN UN IMPERATIVO PARA LA DEMOCRACIA.
Es esa lucha a la que no renunciaremos jamás, la misma por la que miles y miles de mujeres perdieron su vida; Es por ello, que en épocas en que lamentablemente se ha desvirtuado el objeto por el cual las mujeres históricamente hemos luchado, en que se han introducido con intenciones meramente políticas, ideologías que alientan a la violencia, queremos dejar en claro, que nuestra lucha no obedece al odio y al resentimiento, sino que muy por el contrario, nuestra búsqueda apunta a una sociedad más justa, en que la igualdad de oportunidades y derechos sea efectiva todos los días y la integración deje de ser una palabra bonita para convertirse en una realidad.
Hoy con alegría podemos decir que las mujeres venimos pisando fuerte en la política, pero todavía falta mucho camino por recorrer en esa búsqueda de igualdad. Aún hay muchos obstáculos que debemos sortear, pero tenemos la seguridad y la convicción, que unidas lo vamos a lograr.
Por ello esta instancia, para seguir contribuyendo y como una oportunidad perfecta para renovar nuestro compromiso, por las mujeres que están, por las que estuvieron y por sobre todas las cosas por las que vendrán, porque para ellas serán los frutos de nuestra lucha. Muchas gracias.