Martes 4 de septiembre, 2018
Palabras de la diputada Gloria Rodríguez
Homenaje a la Dra. Alba Roballo
Señor presidente: hoy, en representación del Partido Nacional, me toca hacer uso de la palabra en este homenaje a la doctora Alba Roballo, política de amplísima trayectoria en nuestro país en la segunda mitad del siglo XX. Fue una mujer política, activista social y comprometida con los menos favorecidos.
Mucho podríamos hablar de su extensa actividad desde su ingreso a la política, pero creemos que lo más importante no está en los cargos que ostentó ‑que fueron significativos‑, sino que los ocupó en su condición de mujer, en tiempos en que la política prácticamente era una actividad de hombres. Además, provenía del interior profundo, en un país extremadamente centralista en su capital a nivel de actividades y carreras políticas.
A pesar de ese mundo en que le tocó vivir, sus condiciones personales le permitieron integrar y presidir el Concejo Departamental de Montevideo, órgano colegiado de gobierno municipal previsto por la Constitución de 1952 siendo la primera mujer en presidirlo.
En la década de los sesenta continuó su vida dentro del Partido Colorado, hasta que fue nombrada ministra de Cultura en la presidencia de Pacheco Areco, transformándola en la primera mujer ministra en América Latina, cargo que desempeñó por pocas semanas, por importantes discrepancias con el presidente. Esa renuncia de la doctora Alba Roballo habla de su personalidad y de sus fuertes convicciones, que albergaban una implacable y honesta oposición política.
Dentro de esa línea de conducta, abandonó el Partido Colorado para unirse a un nuevo proyecto político de coalición, con la convicción de que no dejaba de ser batllista, sino que llevaba el batllismo al Frente Amplio.
Pero su vida política no se limitaba exclusivamente al Parlamento o a sus partidos; llevaba la militancia a diferentes instancias, incorporando en sus recorridas y actos la participación de una cuerda de tambores de negros, lo que expresaba su sincero arraigo popular. La fiesta de Llamadas fue una iniciativa nada fácil de la doctora Alba Roballo oficializando una fiesta de negros en tiempos tan difíciles y de tanta estigmatización.
Pues bien, esa mujer se puso al hombro organizar y oficializar las Llamadas que hoy tanto disfrutamos, que son nuestro orgullo y nuestra manifestación cultural. Deberíamos dar un justo homenaje a quién realmente peleó y luchó por esa fiesta popular. Es un debe que tenemos con la doctora Roballo.
Más allá de los cargos y de las decisiones propias de su personalidad, su acción política nos sirve de ejemplo en tiempos en los que no existía la cuota política para la ocupación de cargos por parte de la mujer. En ese contexto, Alba Roballo dio todas las batallas necesarias para posicionarse políticamente, siendo un ejemplo de militancia activa y exitosa, aun en condiciones que no la favorecían.
Que queda claro, No criticamos la cuota política de género que apoyamos con nuestro voto y que creemos necesaria para una mayor equidad y paridad en la vida política nacional; pero nosotras, en nuestra condición de mujeres, debemos asumir que nada sustituye a la militancia, el trabajo y la acción política permanente como condiciones indispensables de la vida política, más allá de los cargos o los posicionamientos coyunturales.
La doctora Alba Roballo fue pionera en la reivindicación de los derechos de las mujeres. Decía que su deber era luchar para conseguir que las mujeres de los hogares más humildes tuvieran otro horizonte que trabajar como domésticas. La realidad nos demuestra hoy, lamentablemente, que no solo el trabajo es la preocupación entre las mujeres de los hogares más humildes, Queda un largo recorrido por transitar.
Esta es la reflexión que entendemos apropiada en homenaje a una mujer que hizo de la militancia y de la lucha política un eje central de su vida, y que creó un grupo político al que denominó “Pregón”, nombre que sintetizaba ese concepto de acción política activa y militante que señalábamos antes.
¡Vaya nuestro respeto y reconocimiento hacia la vida política de la doctora Alba Roballo, una mujer comprometida, cuya bandera fue la lucha por los más necesitados, por los más desposeídos y significativa promotora de las Llamadas, la fiesta de los negros.
En este día de homenaje a la doctora Alba Roballo, también hacemos llegar nuestros saludos a su familia, a sus nietos, a sus sobrinos, y a su sector político Pregón. Sepan que fue una grande de la política y de la cultura nacional.
Muchísimas gracias, señor presidente.