Montevideo, 7 de octubre de 2016
Sr. Presidente de la
Cámara de Representantes
Diputado Gerardo Amarilla
Presente.-
De mi mayor consideración:
Amparada en las facultades que me confieren el artículo 155 del Reglamento del Cuerpo, solicito a Ud. tenga bien cursar a Presidencia de la República, Directorio del Partido Nacional, a todos los partidos políticos, Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia de la República, Ministerio de Educación y Cultura y por su intermedio a ANEP y CODICEN, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social, Ministerio del Interior, Ministerio de Desarrollo Social y por su intermedio a I.N.A.U., Ministerio de Salud Pública, UDELAR, Instituto de Formación Docente, Instituto Nacional de las Mujeres, a la Intendencia de Montevideo, así como a todas las Intendencias y Juntas Departamentales y a todos los medios de prensa de Uruguay la siguiente:
EXPOSICIÓN ESCRITA
Tras dos meses aproximadamente de la interpelación realizada a la Sra. Ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi, el Centro para personas ciegas y de baja visión Tiburcio Cachón no muestra grandes avances según pude constatar en reciente visita, así como tampoco hay mayores mejoras en el Instituto General Artigas. A la fecha; el Centro Cachón cuenta con 17 trabajadores, comenzaron las rehabilitaciones de 47 personas, pero el gimnasio que las autoridades del MIDES desarmaron y cuyos equipos dieron en comodato se encuentra, aún hoy, totalmente desmantelado y lacrado. Así nos lo expresó, y pudimos comprobar, la Directora del Programa Nacional de Discapacidad, Begoña Grau, quien nos recibió el día de ayer en el Centro Cachón y nos acompañó posteriormente al Instituto Artigas. Curiosa contradicción en sus palabras encontramos en torno al gimnasio del Centro Cachón; pues cuando se consultó sobre el mismo sostuvo que planificaban desarrollar tales actividades en las plazas de deportes, ya que las personas ciegas no debían ser discriminadas por su condición. Sin embargo, mientras se recorría otras instalaciones del Centro Cachón, mencionó que una de las salas podría ser destinada para la instalación de un gimnasio. Resulta evidente que la preparación por parte de las autoridades del MIDES no fué suficiente a los efectos de la visita; así como las incongruencias y la falta de conocimiento en la instrumentación de los programas y propuestas que ellos mismos vienen anunciando hace meses.
Todo lo cual resulta preocupante; pues debemos recordar y tener siempre como norte que este año ha sido muy duro para las personas ciegas y de baja visión en referencia a su rehabilitación, la misma se vio mermada casi en su totalidad a raíz del conflicto desarrollado durante la mayor parte del 2016. Es apremiante la necesidad de ejecutar los programas de rehabilitación, buscando desarrollar el máximo potencial de todas aquellas personas que se vieron sujetas como rehenes a una lucha de poder por parte de las autoridades del MIDES que se negaron a negociar el traslado desde el Centro Cachón al Instituto Artigas. Teniendo claro que quienes se vieron más afectados son precisamente aquéllos que más necesitan del pleno y correcto desarrollo de estos programas de rehabilitación, resulta evidente que es imposible convertir al Instituto Artigas en un gran Centro de Rehabilitación, pues los arreglos estructurales que le pueden realizar al edificio son mínimos, por tratarse éste de patrimonio nacional. Es sabido que las escaleras no pueden modificarse; lo cual atenta contra la noción más básica de accesibilidad, así como la falta de preocupación por la distancia superior a 150 metros que separa el portón de entrada del Instituto Artigas y sus principales escaleras. Son indicios de comportamientos alejados de un Estado de Derecho; atisbos de una desviación del mutuo respeto y consideración, una posición intransigente, en definitiva, señales profundamente preocupantes de que se subestima e infravalora a las personas ciegas y de baja visión, basados en la falta de un lenguaje y actitudes inclusivas por parte de quienes están al frente del área de discapacidad.
Sin otro particular, saluda al Sr. Presidente con su más alta estima y consideración,
Gloria Rodríguez Santo
Representante Nacional