Montevideo, 19 de octubre de 2016
Sr. Presidente de la
Cámara de Representantes
Diputado Gerardo Amarilla
Presente.-
De mi mayor consideración:
Amparada en las facultades que me confieren el artículo 155 del Reglamento del Cuerpo, solicito a Ud. tenga bien cursar a Presidencia de la República, Directorio del Partido Nacional y a todos los partidos políticos, Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia de la República, Ministerio de Educación y Cultura y por su intermedio a ANEP y CODICEN, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social, Ministerio del Interior, Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de Salud Pública, UDELAR, Instituto de Formación Docente, Instituto Nacional de las Mujeres, a las organizaciones civiles ACSUC, REDESUY, ACSUY, APPEDIVIDA, Comisión de Negociación del Conflicto por el Traslado del Centro Tiburcio Cachón, CNHD, FUNDAPPAS, MUDC, a la Intendencia de Montevideo, así como a todas las Intendencias y Juntas Departamentales y a todos los medios de prensa de Uruguay la siguiente:
EXPOSICIÓN ESCRITA
El 18 de octubre de 2016 será recordado como un día muy importante en el país; en función de que se aprobó con media sanción por unanimidad en la Cámara de Representantes la ley de inclusión de personas con discapacidad en el ámbito privado.
Pero con espíritu crítico debemos hacer énfasis en que; muchas veces creemos que la inclusión se trata de un asunto que se resuelve sencillamente con leyes o modificando algunas formas arquitectónicas, cuando la realidad denuncia otra cosa muy distinta.
Mientras más aprendemos sobre la temática, más concientes somos de que fundamentalmente envuelve nociones sociales, actitudes personales y grupales, la abolición de viejos prejuicios que todavía rondan en la sociedad y la difusión del concepto de accesibilidad lo suficientemente fuerte como para convencer de una vez por todas a los uruguayos.
Si no nos encontramos aún en condiciones de crear y sostener la equidad; ¿cómo podemos pedirle a las personas con discapacidad que compitan en un feroz mundo laboral en situación de igualdad?
Si continuamos sin cambiar nuestro paradigma hasta ahora operacional; si seguimos considerando a las políticas de inclusión como un gasto y no como inversión: ¿cómo nos
consideramos capaces de exigirle a las personas con discapacidad que se desenvuelvan en condiciones de igualdad?
¿Qué garantías reales les brindamos para que ello así suceda?
Tenemos la equivocada costumbre de pensar, de convencernos a nosotros mismos acerca de que legislando le damos una solución a todo; cuando en realidad llevamos más de 6 años de haber sancionado la ley 18.651 sobre protección integral de personas con discapacidad, y a la fecha aún no ha sido reglamentada en su totalidad.
Estamos incurriendo nuevamente en el error de legislar más sobre la materia; convencidos de que más es mejor, cuando en el mundo que vivimos día a día vemos señales que demuestran cuan alejados estamos de bajar a tierra esas políticas plasmadas en la ley.
Entonces lo que tenemos que cambiar es el paradigma, el enfoque mismo desde el cual abordamos la inclusión, asumiendo que nuestros problemas se encuentran en la calle y no en el papel, que nuestras palabras no ven un justo reflejo ahí afuera, que las minorías a las que proclamamos defender no ven un cambio significativo en sus vidas, mientras nos rasgamos las vestiduras desde el Parlamento.
No se trata de ser más realista que el rey; sino de ser honestos con nosotros mismos y con la sociedad uruguaya, de asumir que no es sano, luego de la votación del día de ayer, el decir una cosa y luego hacer otra.
Es por ello que apostamos a que la Sesión Ordinaria del día de ayer sea el puntapié inicial que marque un cambio en las políticas sustanciales relativas a la inclusión, y no se vuelva letra muerta que quede únicamente en lindas intenciones.
Es por ello que estamos convencidos de que ahora en más vamos a tomar las riendas del problema tal cual es; buscando activamente lograr en el plano de la realidad que exista una justa inclusión y equidad para las personas con discapacidad, así como para todas y todos.
Pues no es suficiente que con intenciones logremos un país mejor y equitativo; hace falta tomar acción orientada a alcanzarlo, no es suficiente legislar mirando el horizonte, el momento de actuar por una justa y necesaria inclusión es ahora.
Sin otro particular, saluda al Sr. Presidente con su más alta estima y consideración,
Gloria Rodríguez Santo
Representante Nacional