Sí, me identifico y trabajo en la búsqueda de alcanzar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Y esto no debe confundirse con privilegios para unas o los otros. No. No se trata de eso. Hemos analizado la cronología de los derechos de hombres y mujeres desde el nacimiento mismo del Uruguay como Estado de Derecho, y vimos como en nuestra primera Constitución de 1830, se consagraban derechos muy diferentes para hombres y para mujeres. Partamos de la base que éstas no votaban ni eran elegibles, lo cual ocurre cien años después, tras mucha lucha política. Con matices, esta desigualdad de oportunidades se prolongó por casi dos siglos.
La conocida como “Ley de Cuotas” vino a subsanar relativamente esta situación de inequidad. Siempre digo que “soy hija de la Ley de Cuotas”, porque su aplicación me permitió en el 2014 acceder a la banca de diputados. Sin embargo en las elecciones siguientes demostró haber cumplido su ciclo.
Por lo tanto hemos decidido avanzar por el camino de la Equidad hacia la Paridad, con nuevos proyectos.
Es un rasgo distintivo de mi trabajo legislativo, pero no excluyente.
Desde antes de llegar a la diputación, mi labor como trabajadora social ya se enfocaba en las minorías postergadas, que, como siempre digo, sumadas son mayoría. Esa impronta se fortaleció desde el Legislativo, obviamente por el poder y la responsabilidad que confiere la representación popular.
Es así que en el 2016, en conocimiento de la dramática situación que atravesaban las personas ciegas y de baja visión usuarias del Centro Tiburcio Cachón que las autoridades del MIDES de la época pretendían cerrar, me involucré de lleno en esa causa.
Recuerdo que me llovían críticas del oficialismo, hasta me acusaban de hacer demagogia. Primero interpelamos a la ministra Arismendi, lo cual tiempo después nos permitió descubrir una serie de irregularidades que rebatían los argumentos que empleó para justificar la mudanza. Y seguimos luchando junto a usuarios y amigos del Cachón. En el 2019, durante la campaña electoral, le planteamos esta situación al actual presidente Luis Lacalle Pou y no dudó en incluir en el Programa de Gobierno que en caso de alcanzarlo, reabriría el Centro.
Hace pocos días compartimos con toda la sociedad, la alegría de reinaugurar las nuevas instalaciones del Centro Cachón, totalmente remodelado que vuelve a ocupar un sitial de referencia regional, que nunca debió haber perdido.
Concretamente en lo que refiere a la “perspectiva de género”, hace exactamente dos años, tuvimos el honor de presentar ante la Sra. Vicepresidenta del Uruguay, nuestra querida compañera la Escribana Beatriz Argimón, un Proyecto de Ley sobre “Participación política paritaria de personas de ambos sexos en la integración de los órganos electivos nacionales, departamentales, municipales, de dirección de los partidos políticos y en el Parlamento del Mercosur”, conocida como “Ley de Paridad”.
La misma tiene por objetivo superar las carencias expuestas por la “Ley de Cuotas” y avanzar en el efectivo ejercicio del derecho a la participación política por parte de las mujeres, promoviendo la participación paritaria de ambos sexos en los cargos de representación política y de gobierno.
Para ello proponemos un cambio profundo de régimen, avanzando de la “participación equitativa” de ambos sexos, respaldada en el sistema de la cuotificación hoy vigente, a la “participación política paritaria” entre hombres y mujeres, y de esa forma reflejar a nivel de las principales Instituciones Políticas del país, ni más ni menos, que la realidad demográfica, sociológica, cultural y política de la sociedad actual.
Nuestro presidente expresaba en un Tuit saludando por el Día Internacional de la Mujer que “La igualdad de derechos para las mujeres está consagrada en nuestra Constitución. Ponerlo por escrito no es suficiente, con lo cual desde el gobierno buscamos que se avance también en la igualdad de oportunidades.” Esta es la consigna y el espíritu de este Gobierno y estamos trabajando sin descanso para lograrlo.
Nuestra sociedad lo reclama, nuestra Democracia lo merece.
No me referiré a otros Partidos, sólo lo haré sobre mi Partido Nacional.
Desde hace años vengo recorriendo todo el país y todos y cada uno de los barrios de Montevideo. Puedo asegurar que he conocido mujeres sumamente valiosas que realizan destacado trabajo social y político y que sin embargo no pueden dedicarse de lleno a la política o integrar una lista con posibilidades de ser electas, por falta de oportunidades.
Personalmente hemos asumido el compromiso de hacer todo lo que esté a nuestro alcance, para cambiar esta realidad que, por otra parte, es injusta.