Profundo dolor es lo que sentimos al leer hoy en un medio periodístico las palabras de una madre que perdió a su hijo en uno de los famosos traslados que se efectuaron en diciembre de 2016, luego que INAU rescindiera el contrato que lo vinculaba con la organización Aldeas de la Bondad. Su muerte se produjo junto a la de tres personas más, en una historia de prepotencia, inoperancia e intereses que primaron por encima de estas vidas, posteriormente con la mentira como principal estandarte de las autoridades para eludir la responsabilidad que les compete.
Nos invade una enorme impotencia con esa triste sensación de que cuando luchamos para que no se realizaran los traslados, ante las consecuencias que creíamos podían suceder, lamentablemente no nos equivocamos y la decisión obstinada y prepotente de las autoridades de INAU y MIDES condujeron al lamentable desenlace que conocemos.
A modo de refrescar brevemente la situación a la que nos referimos, en 2015 los funcionarios de la institución plantaban a las autoridades de INAU y MIDES, que el dinero que el Estado brindaba al hogar era insuficiente, en vez de aumentar las partidas o invertir de manera tal de apostar a un proyecto que permitiera brindar el servicio en óptimas condiciones, el gobierno optó por cerrarlo, celebrando nuevos convenios con otras instituciones y efectivizando en diciembre de 2016 el traslado de trece internos con parálisis cerebral en un avión de la Fuerza Aérea.
Nosotros investigamos el caso y convocamos inmediatamente ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes a las autoridades INAU y MIDES, el 14 de diciembre de 2016 y posteriormente hicimos lo mismo respecto a las autoridades de ASSE.
Desde un primer momento, cuando se comenzó a mencionar el tema de los traslados, el Dr. Ricardo Scaparoni, Médico Pediatra tratante de los internos, se opuso a los mismos, pero la opinión de este profesional nunca fue tenida en
cuenta. No obstante esto, dada las características de los internos a trasladar, al no poder evitar que se efectivizaran, se solicitó que dichos traslados se desarrollaran mediante un proceso paulatino, de 1 o 2 personas por semana, en ambulancias de ASSE debidamente acondicionadas para realizar los mismos. Así ocurrió con el primer traslado, sin embargo en el segundo, se quebrantó lo acordado, disponiéndose el mismo por vía aérea y de todas las personas que faltaba trasladar en forma conjunta. Las autoridades de INAU, ASSE y MSP afirmaron ante la Comisión de Derechos Humanos que los traslados fueron autorizados por la Directora Técnica de Aldeas de la Bondad, sin embargo a quien nombraban, no ocupaba tal cargo, no teniendo esa potestad, pero además la misma se manifestó en contra de su realización, como surge de documentación que pudimos acceder y que también está contenida en la versión taquigráfica de la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes de fecha 21 de diciembre de 2016, a la cual dicha funcionaria concurrió a nuestro pedido junto con el Dr. Scaparoni.
La ex – Presidenta de ASSE, Dra. Muñiz dijo ante la Comisión que “El traslado aéreo comenzó a las 12 y 30 horas y finalizó en la base aérea Nº 1 en Carrasco a las 13 y 30.” Sin embargo los internos salieron a las 8:00 horas de Aldeas, despegaron a las 13:00 y llegaron a la institución que los recibiría a las 17:00 horas. De manera que además de no cumplir con lo pautado en razón de la condición de los pacientes, el tiempo total del traslado fue mayor que si se hubiera realizado en ambulancia, ya que en total llevó 11 horas, con todas las consecuencias negativas que esto les traería.
Pero estas no fueron las únicas irregularidades que se sucedieron.
Como surge de lo que fue informado por los actores a la Comisión de Derechos Humanos, el médico de ASSE coordinador de los traslados, informó a la Fuerza Aérea, al momento de ajustar los detalles para su realización, que se trataba del “traslado de niños con enfermedades menores” y que las “enfermedades que poseían no representaban riesgos aparentes”; hecho sumamente grave, ya que como es obvio en realidad se trataba de personas en una situación muy delicada de salud.
Otro acontecimiento lamentable fue que se había pautado como surge en las actas a las que accedimos, que las organizaciones adjudicatarias concurrieran a Aldeas de la Bondad varios días antes de llevar a cabo el traslado, de manera de interiorizarse de la situación de las personas a recibir. Esto era clave en función de que se trataba de personas con costumbres, vocabularios y expresiones corporales propias, siendo fundamental el poder entender las mismas para abordar su problemática. Sin embargo la visita se produjo tres días antes y por no más de 10 minutos.
Respecto a las consecuencias que los traslados tuvieron para los internos, no sólo los médicos de la institución manifestaron los nefastos efectos que el desapego, el sometimiento a cambios en su entorno y en las personas con las que interactúan produciría en estas personas, sino que esto también fue reconocido por varias autoridades de ASSE. Se señalaba que se trataba de personas que incluso se acostumbran a comer con una sola persona, lo cual alejarlos de la misma, implica que dejen de alimentarse. Esto sucedería efectivamente en pacientes que luego de su traslado, desmejoraron peligrosamente su condición, al no nutrirse debidamente.
Es indudable más allá del sentido común, fundamentándose a través de los múltiples enfoques de la medicina, la psicología y la psiquiatría, que los traslados incidieron en el lamentable fallecimiento de estas personas. Fue un riesgo que INAU y MIDES decidieron afrontar, y que a la luz de las consecuencias, quisieron deslindarse de la responsabilidad y hasta el día de hoy no la asumen.
No nos olvidamos, que en ese intento de eludir la responsabilidad la Ministra de Desarrollo Social dijo en diversos medios periodísticos, al producirse los fallecimientos, que los mismos se sucedieron por la existencia de un brote epidemiológico; (afirmación carente de sustento, con la gravedad de generar alarma pública) respecto del cual, las autoridades que asistieron a la sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de fecha 14 y 21 de diciembre de 2016 (incluso las propias autoridades de INAU), fueron unánimes en afirmar que obviamente nunca había existido.
Tampoco pasamos por alto irregularidades en la selección de las organizaciones que sustituyeron a Aldeas de la Bondad, dentro de las mismas una de las adjudicatarias carecía de lugar físico, no contaba con local y sin embargo resultó seleccionada.
Además, recientemente hemos obtenido información que nos da la pauta que organizaciones que firmaron estos convenios estarían percibiendo dinero por un número mayor a los internos que verdaderamente residen en sus dependencias.
Ante todo esto comunicamos que realizaremos los correspondientes pedidos de informes y seguiremos trabajando para que las autoridades asuman la responsabilidad que les compete ante los fallecimientos e irregularidades que hemos venido denunciando desde que se produjo la rescisión de INAU con Aldeas de la Bondad en Marzo de 2015.
Porque nuestro dolor no se convertirá en resignación, seguiremos adelante con la convicción de que “no puedes escapar de la responsabilidad de mañana evadiéndola hoy”.
Representante Nacional