En lo política existen diferentes formas de decidir y comunicar decisiones. A veces se opta por la forma directa y en otros casos por la indirecta.

Cuando comunicamos en forma directa, asumimos la plena responsabilidad política y queda claro quiénes serán los beneficiarios y quienes los eventualmente postergados en la decisión.

Porque no nos engañemos, toda decisión tiene beneficiarios y afectados. De lo que se trata es de encontrar el balance más equitativo.

La vía indirecta es la opuesta a la anterior. Conoce el objetivo pero nunca lo declara en forma explícita. Es decir, se argumenta a favor de los beneficiarios pero nunca se hace referencia a los postergados.

Este último parece ser el caso de las sucesivas decisiones del MIDES en relación el Centro Cachón.

En primera instancia, la intención era cerrarlo para mudarlo definitivamente al Instituto Artigas. La vía directa estaba clara.

En ese momento, interpelamos a la ministra y logramos demostrar cuan errónea era esa decisión, con argumentos que iban más allá de las instalaciones del Instituto Artigas.

Entre otras cosas, hicimos hincapié en la diferencia en accesibilidad para personas ciegas de ambos centros, algo muy difícil de concretar para el Centro Artigas por su ubicación geográfica, avenidas circundantes y cantidad de transporte público hacia y desde la zona.

La decisión se postergó pero la vía indirecta continuó. Particularmente se manifestó en la postergación sucesiva de docentes e infraestructura, de forma tal que cuando se decidiera su cierre, se podría argumentar que se trataba de un viejo edificio, que no reunía las características necesarias para atender a esa población.

El tiempo nos está dando la razón.

La sola visita a este centro nos muestra el descuido permanente que está siendo objeto y en las condiciones que hoy se dictan clases, en medio de una infraestructura que se deteriora semanalmente.

Vidrios rotos, tubos de luz quemados, postigos de algunas ventanas atados con alambre y lo que es más grave, al escribir este comunicado, hace una semana que el centro no tiene agua, debiendo limpiar baños con bidones traídos desde afuera!

Sabemos que el tema de recursos económicos no es un argumento para un ministerio que es muy poco transparente en la difusión de los mismos.

Señora Ministra ¿Es necesario someter a las personas ciegas y a sus docentes a tales condiciones? ¿Esa es forma de tratar a personas con discapacidad? O será que a falta de argumentos, ha tomado la decisión del desgaste progresivo sin nunca haberlo reconocido.