El pasado veintidós de octubre presentamos formalmente nuestros grupos de trabajo en un acto que superó nuestras expectativas de concurrencia. La fecha era propicia porque nos colocaba a un año de la primera vuelta de las elecciones nacionales, donde se renovará todo el parlamento, la presidencia y vice presidencia de la República.

Estos grupos de trabajo, con los que hemos venido analizando distintas facetas de la realidad nacional, están compuestos por profesionales y personas con amplia experiencia en sus respectivas áreas de actuación, amalgamando un binomio de experiencia y realidad.

Denominamos la jornada con la frase: ‘lo socialmente posible’, como síntesis de los cambios necesarios que se deberán operar, avizorando un escenario político complejo en la próxima legislatura.

Consecuentemente, lo socialmente posible expresa la convicción que los cambios necesarios no se producirán mágicamente de un día para otro, ante lo cual será ‘la política’, como arte de lo posible, la que deberá articular la participación de todos los actores.

Eso demandará un escenario parlamentario que prevé una mayor cantidad de actores partidarios y por qué no, legisladores que en muchos casos, actuarán en libertad de acción acorde a sus propias convicciones.

También implicará el diseño de políticas con la participación de organizaciones sociales, grupos de vecinos o simplemente ciudadanos a título personal, que nos expresen sus demandas por distintas vías legítimas de participación.

Esto representa el desafío de que las políticas lleguen a sus destinatarios tal como fueron concebidas, limando asperezas burocráticas y confiando en la participación de otros actores sociales que complementen la tarea del Estado, asegurando que cada ciudadano perciba su presencia desde distintas vías y en forma simultánea.

En otro orden, el acto del veintidós sirvió para difundir nuestra propuesta a nivel territorial en nuestros permanentes contactos con la sociedad y para que diferentes medios de prensa nos contactaran, preguntándonos, en algún caso, sobre nuestras propuestas concretas.

En ese sentido cabe consignar que cuando comenzamos este trabajo, entendimos que este año debía ser tiempo de diagnóstico, para analizar las principales vulnerabilidades y urgencias a nivel social.

A diez meses de haber comenzado con esta tarea, hoy podemos afirmar que, con distintos grados de avance, conocemos con mayor detalle las áreas que hemos estudiado, lo que nos permitirá en los próximos meses, presentar nuestras propuestas al Sector cuando llegue el momento programático.

Este no es un aspecto menor. Somos personas de Partido y dentro del mismo respondemos al sector Todos y al liderazgo del Dr. Luis Lacalle Pou. Por lo tanto, todo nuestro accionar se alinea con los parámetros expresados en Trinidad el pasado mes de octubre y no pretende sobresalir a partir de ideas sueltas y desordenadas, sino insertas en un programa que sea el resultado del trabajo conjunto.

También somos conscientes que resta un largo año de labor parlamentaria que nos obliga al conocimiento y opinión responsable de los temas que integran la agenda política, donde el partido de gobierno da señales de agotamiento legislativo.

A modo de ejemplo, estamos avanzando en propuestas de rehabilitación de reclusos y en el área de la discapacidad, donde observamos, en ambos casos, serios déficits de aplicación.

Pero también estamos abocados a un análisis integral del concepto de la pobreza y sus múltiples dimensiones, celebrando su disminución medida por ingreso en forma continua desde el año 2004.

Sin embargo, debemos puntualizar que la condición de pobre no desaparece tan solo por superar un umbral monetario, sino le agregamos otras dimensiones de análisis como la calidad de la vivienda, el acceso a servicios, el saneamiento, la estabilidad laboral, etc.

Por lo tanto, cuando pensamos en lo socialmente posible, no lo hacemos desde un slogan oportunista para la celebración de un acto político.

Lo hacemos intentando que sea un punto de partida realista, desde el cual se instrumenten políticas y soluciones sobre la base de la negociación, la participación, la coordinación y la integración de actores.

Transitando ese camino estamos dispuestos a aportar nuestra energía, experiencia y nuestro trabajo, sin pretensiones hegemónicas o de captación de sectores sociales para nuestras tiendas políticas.

Trabajaremos sin miedo a dialogar con otras bancadas, sin ataduras ideológicas que configuren enemigos de clase y sin complejos de hora cero, que nos ubiquen al principio de la historia.

Nuestra única motivación será sustituir un modelo agotado en ideas y en sus contradicciones internas, por otro alternativo que vaya hacia formas de integración social, basadas en la cultura del trabajo, del deporte, de la cultura y de toda otra forma que alimente aquellos valores que al mismo tiempo de ser depositarios de derecho, construyan ciudadanía asumiendo obligaciones.

Cabe preguntarse entonces: ¿Puede considerarse que salieron de la pobreza quienes residen en un asentamiento o aquellos ciudadanos que viven en situación de calle, cuyo número ha crecido significativamente? La respuesta parece bastante clara.

Diputada Gloria Rodríguez Santo

Representante Nacional