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HOMENAJE A VILLANUEVA SARAVIA

Hoy rendimos homenaje a una persona que sin lugar a dudas ha dejado su marca en la vida política de nuestro país, en el sentir de un pueblo y de todos aquellos quienes tuvimos la dicha de conocerlo.
El 16 de setiembre de 1964 nace en Melo Villanueva Saravia Pinto, “Villita”.
Ese niño Inteligente, inquieto, rebelde y soñador, se le recuerda cuando subido a un banquito debajo de la parra de la casa de sus abuelos, improvisaba discursos políticos.
Con una impronta avasallante, con las cualidades de un líder nato, encarnó en los tiempos modernos la esencia más pura del caudillismo. Vivió la vida tan intensamente, como ejerció la actividad política desde temprana edad y a la inteligencia, sumó toda su pasión al servicio de lo más importante que la política debe tener: ¡la gente!
Y el reconocimiento llegó pronto, cuando a los 30 años de edad el voto popular lo consagra Intendente de su querido Departamento, el más joven de la historia.
Es que si hay algo que “Villita” siempre hizo, fue precisamente estar cerca de quienes más lo necesitaban. Esa proximidad, ese entusiasmo (el cual despertaba la admiración incluso de adversarios), así como la visión de futuro que siempre caracterizaron sus ideas y gestión, fueron elementos que se conjugaron de manera tal, que a pesar de lo fugaz que lamentablemente fue su actividad política, perpetuaron una huella que jamás será borrada.
Obstinado, siempre activo, con una energía y una convicción que lo impulsaban a querer abarcarlo todo, lo recordamos en su período como Intendente, visitando las obras viales que se realizaban en su querido Departamento, supervisando y cuando lo creía necesario, pico en mano uniéndose a la cuadrilla que se encontraba trabajando.
Esa imagen describe fielmente lo que era Villanueva Saravia. No le gustaba delegar, sentía la necesidad de afrontar todo él mismo, sin importar de qué se tratara. Él cargaba con orgullo el peso y la responsabilidad de liderar a su Departamento. Como todo personaje digno de tal carisma, poseedor de un espíritu político sumamente combativo, su persona no estuvo exenta de polémicas, pero nadie podrá nunca discutir la eficiencia, la ejecutividad y la proactividad con la que se desempeñaba y la vocación de servicio que tuvo siempre para con su pueblo.
El 15 de febrero de 1995, en el mismo acto de asunción como Intendente, confirmaba la noble madera con la que estaba forjado, al expresar: “No hay lugar en nuestro corazón ni en nuestro espíritu, para albergar sentimientos menores, mezquinos o revanchistas”… “Los intereses generales han de prevalecer sobre los intereses particulares. Cambiemos amigos, el lenguaje de las disputas por el de la ARMONÍA CONSTRUCTIVA”…
Durante una entrevista realizada por la periodista Sonia Breccia, le obsequiaron un pequeño árbol y “Villita” confesó que se sentía identificado con él, en cuanto daba una generosa sombra, pero NO en que no permitía que crecieran otras plantas a su alrededor.
Esta metáfora expresaba su esencia de estimular el desarrollo y crecimiento de personas, ideas y en definitiva del propio Partido Nacional.
Villanueva fue un fiel representante de esa rebeldía, de esa fuerza indomable que hace tan apasionados a quienes somos Blancos y que en él indudablemente, manaba en su sangre saravista.
Hoy en este día especial, mucho podríamos hablar de su legado, pero creemos que la mejor forma de rendirle homenaje es contagiándonos de esa energía INNOVADORA, de esa rebeldía y alegría con la que vivía la actividad política. No debemos permitir nunca que el desgaste de los años, las injusticias y los obstáculos hagan mella en nuestro espíritu combativo así como el suyo nos enseñó el verdadero significado de la palabra INCLAUDICABLE.
Debemos transmitir a las generaciones que no tuvieron la dicha de conocerlo, todo ese ejemplo de trabajo y militancia, esa vocación de servicio y amor por su partido, su departamento, su gente, su país. Pero por encima de todas las cosas, inculcarles a todos aquellos que comienzan la actividad política, y recordarles a todos quienes ya la venimos transitando, una máxima que “Villita” encarnó como pocos, y es que “para ser realmente grande, hay que estar CON la gente, NO POR ENCIMA DE ELLA”.
El 12 de agosto de 1998 su promisoria vida se ve truncada por lo inexplicable de la condición humana…
SIEMPRE TE RECORDAREMOS TAN LLENO DE VIDA…
SIEMPRE PRESENTE…. QUERIDO “VILLITA” SARAVIA.

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