El pasado domingo veintidós de julio no fue un día más para el Herrerismo. Desde tempranas horas de esa jornada, delegados de todo el país se congregaron en las afueras de Montevideo para celebrar el Congreso Anual.
La fecha fue propicia, para el lanzamiento de una concepción política hacia el futuro próximo, descrita y resumida por nuestro Secretario General, el senador Luis Alberto Heber, que se sintetizó en el slogan: “Herrerismo, Seguridad para Gobernar”,entendiendo por tal, la capacidad de aportar soluciones reales a todos los problemas del país, desde un equipo de gobierno que combine experiencia y renovación, dos cualidades salientes de nuestra fuerza política.
También la ocasión fue oportuna para encontrarnos con entrañables compañeros de ruta, intercambiar experiencias, discutir propuestas, analizar la coyuntura actual, pero por sobre todas las cosas, para poner, como dijera el diputado GustavoPenadés, al “Herrerismo en marcha”.
Figura simbólica si se quiere, pero que fue resumida en forma muy elocuente por un congresal, cuando frente al monumento de Luis Alberto de Herrera con su pequeña hija, y ante la pregunta de por qué se había elegido perpetuar la figura de líder caminando, el padre contesto: “porque el Herrerismo es una fuerza política que mira hacia adelante y nunca se detiene”.
Creo que no podría haberse graficado de mejor manera la concepción Herrerista.
Concretamente al momento de las diferentes intervenciones, estas fueron muy elocuentes en el análisis de la coyuntura política,para con un país dominado por una inseguridad creciente, con una educación en déficit permanente y unas políticas sociales de rotunda ineficacia, en el logro de los objetivos planteados.
Cuando fue nuestro turno, hicimos hincapié en algunas de las cualidades más significativas del Herrerismo en perspectiva histórica, a saber; la capacidad de construir agenda política, el pragmatismo en la solución de problemas, la negociación como arte de la política y la defensa del interés nacional, desde una visión geopolítica de enorme vigencia, particularmente en lo relativo a la política exterior que privilegió -en la pasada década- un regionalismo de base ideológica, cuyos resultados están a la vista.
Precisamente sobre este punto se expresó nuestro líder, el Dr. Luis Lacalle Pou cuando cerró el Congreso,señalando en uno de sus pasajes: “[…].dentro de este mundo globalizado, necesitamos relaciones comerciales funcionales a los intereses del trabajo de los uruguayos, sin importar ideologías de ningún tipo”
A renglón seguido, destacó el significativo crecimiento de las demandas, en número y calidad, por parte de movimientos sociales independientes de toda representación partidaria, en un marco de descreimiento hacia la política,propiciado por el fracaso de la propuesta frenteamplista.“[..]el gobierno del Frente Amplio se ha agotado en sí mismo”, expresó en ese sentido.
Otro punto alto de su alocución estuvo al referirse al “poder como fin en sí mismo y no como medio para gobernar”.
En ese sentido, está claro que la principal preocupación del partido de gobierno, es mantener o conquistar el poder en todos los espacios posibles, y esa es precisamente la causa de su desorden interno, que tiene al país de rehén.
Ejemplos sobran: desde el Estado no somos capaces de redactar una declaración de condena a dictaduras que violan derechos humanos en el plano internacional, mientras que hacia nuestro interior,duermen en el parlamento proyectos de ley obstruidos por una interna partidaria, que deja en evidencia diferencias ideológicas irreconciliables.
Finalmente en otro pasaje, el Dr. Lacalle Pou aceptó el desafío de tomar el país en el próximo período, aún ante el riesgo que implica hacerse cargo de todo este desorden. Valiente precisión si se quiere.
Sepa Dr.Lacalle, que en esa empresa tendrá todo nuestro apoyo, aun sabiendo que el gobierno utilizará todos los medios a su alcance para evitar su retirada, y si eso sucediera, procurará mantener sus espacios de poder para un rápido retorno.
Por lo tanto entendemos que toda estrategia que se diseñe, todo plan de gobierno que se formule y toda acción que se lleve adelante, nos deberá conducir a un proyecto de paísrealista, creíble, comunicable y superador de la mediocridad vigente.