Para quienes hemos dedicado la vida a trabajar en la búsqueda de un país inclusivo e igualitario, para todas las personas que brindan y han brindado su tiempo, su esfuerzo, su compromiso para alcanzar ese Uruguay y comprenden de primera mano el verdadero sentido que encierra el término INCLUSIÓN, resulta triste e indignante observar la incoherencia que existe entre lo que se dice y lo que se hace.
Recientemente hemos podido leer y escuchar a través de los distintos medios periodísticos, como una de las principales fuerzas políticas de nuestro país, algo que ya es costumbre oír en el discurso de sus dirigentes, se presenta al pueblo como el Partido de la Inclusión, de la igualdad, con una fantasía fundacional asombrosa, que hace pensar a los auditorios que estamos ante los “creadores” de las políticas sociales.
Nada más lejos de la realidad, con la gravedad, que han sido promotores de la división social para lograr alcanzar sus objetivos políticos. Inspirados en la guerra de clases, que indudablemente impregna su ideología con más o menos intensidad según los sectores, pero de la cual no pueden negar su existencia, han logrado fraccionar la sociedad a través de distintos prejuicios. Se han valido de estrategias populistas para imponer en distintos ámbitos sociales, la dicotomía, que quienes estudian estos fenómeno denominan PUEBLO / ANTI PUEBLO.
Hoy todo aquel que no coincide con su ideología o cuestiona su gestión y/o proceder, es Anti pueblo y se lo llena de atributos negativos para generar el odio y rencor del resto; basta con ver lo que ha sucedido recientemente con los movimientos del campo; se le ha faltado el respeto a miles de uruguayos que han participado de las manifestaciones, denostándolos y refiriéndose a ellos, entre otras formas, como “derecha desestabilizadora”, “los ricos”, “los terratenientes”, “los que andan en 4×4”, “los oligarcas”.
Se ha generado el “ellos” y “nosotros”, se ha incentivado el odio y el resentimiento en la sociedad, creando un fraccionamiento que nunca antes habíamos vivido.
Las políticas sociales no son creación del Frente Amplio, Uruguay históricamente ha sido siempre un país pionero en leyes y políticas a nivel internacional en la materia. Lo que sí ha sucedido muy pocas veces en nuestra historia, es que un gobierno pudiera contar con un período semejante de bonanza, tal como el que vivió esta fuerza política, gracias a un contexto internacional muy favorable y sin embargo su mala gestión y administración condujeron a un fracaso rotundo.
Se promovió un modelo meramente asistencialista, el cual se conformó como una cuestión instrumental para mejorar determinados índices al momento de medir, que no brinda soluciones de fondo, porque nunca se ha tomado a dichas políticas como un principio integrativo social. Muy por el contrario, se han aplicado políticas fraccionales, que aumentaron la fragmentación, reproduciendo la descomposición social. No existe una política de atención integral, hay miles de programas que atienden a un adolescente, a una familia, pero ni si quiera actúan en coordinación, no existe comunicación. Una desorganización brutal, que implica grandes inversiones en sistemas que son totalmente inoperantes.
Lamentablemente la prepotencia y arrogancia del gobierno han pesado más que el bien común y por dicho motivo todas las iniciativas que nuestro Partido ha presentado y continúa presentando, no han sido tenidas en cuenta.
Se apela a la falacia de que el Partido Nacional y todo aquel que cuestiona la gestión quiere terminar con las políticas sociales, cuando en realidad lo que quiere nuestro Partido, es que se utilice el dinero en políticas sociales de inclusión, que fomenten el desarrollo de las personas, que incentiven el trabajo y la educación, para que sean seres pensantes, verdaderamente libres y no meros votos o números en una estadística. Que realmente quienes se beneficien de estas políticas obtengan las herramientas que les permitan su máximo desarrollo dentro de la sociedad. No más políticas fraccionales, que excluyan, que lleven a la descomposición social, por el contrario es necesario la adopción de políticas integrativas. Es necesario que los organismos competentes asuman las responsabilidades que les conciernen y cumplan sus cometidos, garantizando que los dineros de la población se inviertan en programas e instituciones que realmente lleven a cabo los propósitos para los que se crearon y no se conviertan en centros que lucren a costa de los derechos humanos de los más necesitados.
En épocas en la cuales vemos con dolor la pérdida de los principios y valores que históricamente nos convirtieron en una nación donde la educación, el respeto y la solidaridad eran nuestro sello distintivo; en estos tiempos en que a través del odio y el rencor se busca la división para el beneficio político, seguiremos trabajando por ese país inclusivo y de igualdad, con el orgullo de ser parte del Partido que siempre apostó a ello.
Porque nuestro corazón solo concibe un Uruguay unido en esa patria digna de la que hablaba nuestro gran Caudillo Aparicio Saravia, entiendo no hay mejor forma de dar cierre que con esas palabras que marcaron nuestro sentir y nuestra forma de entender la política…
“… la Patria es el poder que se hace respetar por el prestigio de sus honradeces y por la religión de las instituciones no mancilladas; la patria es el conjunto de todos los partidos en el amplio y pleno uso de sus derechos; La patria es la dignidad arriba y el regocijo abajo.”
Gloria Rodríguez Santo
Representante Nacional
Lista 71 – Partido Nacional