Desde 1992 se conmemora cada 3 de diciembre el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tiene como objetivo promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades, así como fomentar la toma de conciencia de los gobiernos y la población en general sobre su situación. Esto implica reconocer a las personas con discapacidad como sujetos de derecho, capaces de aportar y enriquecernos como sociedad.

Nuestro país tiene un largo camino que recorrer al respecto, ya que si bien posee un marco normativo importante, en los hechos su implementación dista de ser una realidad palpable. En este sentido, El pasado año Uruguay fue examinado por el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, el cual realizó varias observaciones y recomendaciones clave, de las cuales mencionaremos algunas a modo de ejemplo.

Respecto a la recopilación de datos, Uruguay fue observado por la ausencia de datos e información desglosados y comparables sobre las personas con discapacidad, así como la falta de indicadores de derechos humanos en los datos disponibles. A esto se agrega la ausencia de temas de género, infancia y violencia en los datos estadísticos. Aún peor, no existe un registro a nivel nacional de personas con discapacidad ni un criterio unificado y estandarizado para su valoración, todos datos fundamentales para el diseño e implementación de políticas públicas efectivas.

Al Comité de Naciones Unidas también le preocupa que no haya suficientes consultas con personas con discapacidad, a la hora de la adopción de políticas y programas que les afectan. Esto quedó de manifiesto claramente con la decisión inflexible del MIDES de trasladar al Centro Cachón, sin tener en cuenta la opinión de las personas involucradas ni las recomendaciones realizadas por la Unión Latinoamericana de Ciegos al respecto. Más aún, las personas con discapacidad visual usuarias y ex usuarias del Centro nunca fueron recibidas ni escuchadas por las autoridades del Poder Ejecutivo, al mismo tiempo que Naciones unidas recomienda al Estado Uruguayo que se adopte un mecanismo de consultas permanentes a personas con discapacidad.

Merece destacarse también la inequidad existente en las oportunidades de las personas con discapacidad en Montevideo y en el interior del país. En los restantes 18 departamentos las dificultades se vuelven más limitantes y muchas personas continúan recluidas en sus casas por la falta de servicios y de técnicos especializados en educación, rehabilitación, salud y empleo y por las barreras de accesibilidad del entorno.

Queda mucho por hacer para que las personas con discapacidad puedan alcanzar su pleno potencial. En este Día Internacional nos comprometemos una vez más a redoblar esfuerzos para poner fin a la discriminación y eliminar las barreras vinculadas al entorno físico y a las actitudes, que impiden que las personas con discapacidad ejerzan sus derechos y participen en todos los ámbitos de la sociedad.