Con la emoción aún a flor de piel, no podíamos dejar de escribir unas palabras acerca del encuentro tan especial que vivimos el pasado 22 de octubre. Para nosotros fue un evento de suma importancia. Más allá de la algarabía y la felicidad con la que lo vivimos, en esencia no fue otra cosa que una rendición de cuentas a lo más importante que tiene la política y que lamentablemente muchos olvidan, sobre todo cuando acceden al poder, que es la GENTE. Queremos agradecer muy especialmente a todas aquellas personas que nos han brindado su tiempo, sus ganas, sus esperanzas, sus sueños, que nos transmitieron sus problemas, sus visiones, que nos han nutrido de ideas y caminos de solución en las innumerables recorridas que venimos realizando. En esta noble actividad, tan mal entendida muchas veces y cuya esencia algunos parecen ignorar; porque la política no es otra cosa que vocación de servicio, el brindarse por entero al vecino a la vecina, a aquellos que no tienen voz, a los que se los ignora; es asumir la responsabilidad de luchar día a día por un ideal de país que nos une e identifica, buscando las sendas que permitan que ese sueño se convierta en realidad. Por eso nos llenó de emoción encontrar a compañeros con los cuales hemos recorrido toda la vida juntos, mucho antes de asumir la hermosa responsabilidad de ser Representante Nacional, desde la sociedad civil y al mismo tiempo ver tantas caras nuevas que se han ido sumando en las distintas actividades que realizamos, observando como ellos han transmitido nuestro mensaje a muchos otros a los cuales ese día tuvimos el gusto de conocer por primera vez. La velada que celebramos fue precisamente para todos ustedes, para mostrarles que aquí hay trabajo, que hay ideas, que cuando visitábamos sus casas no hacíamos falsas promesas, sino que el compromiso que asumimos lo renovamos día a día y no vamos a descansar hasta alcanzar los caminos de cambio que nos lleven a recuperar el país que lamentablemente otros se han encargado de destruir. Y es que no tenemos dudas, que todos los que estaban allí presentes, así como la enorme mayoría de quienes viven en este país, sienten en su interior al igual que nosotros, con tristeza y agobio, que la situación que se está viviendo no da para más. Estamos atravesando épocas en la cuales vemos con dolor la pérdida de los principios y valores que históricamente nos convirtieron en una nación donde la educación, el respeto y la solidaridad eran nuestro sello distintivo. A través del odio y el rencor nos han dividido para obtener rédito político. Han generado el “ellos” y “nosotros”, han creado un fraccionamiento que nunca antes habíamos vivido.
Los resultados de las políticas sociales implementadas por este gobierno están a la vista: los peores índices educativos de nuestra historia, más de 7000 compatriotas viviendo en las calles, índices de desempleo mayores a los de la crisis de 2002, y qué decir del caos social que estamos viviendo desde el punto de vista de la inseguridad, con esa sensación tan espantosa cuando vamos a trabajar o hacer un mandado, de no saber si vamos a regresar con vida a nuestros hogares, viviendo aterrorizados, pensando en que no le vaya a suceder nada malo a nuestros seres queridos. Ante su rotundo fracaso, han tenido el cinismo de recurrir a la falacia de que el Partido Nacional y todo aquel que cuestiona la gestión, quiere terminar con las políticas sociales. Hay que recordarle a la fuerza de gobierno, que las políticas sociales no son creación del Frente Amplio, Uruguay históricamente ha sido siempre un país pionero en leyes y políticas a nivel internacional en la materia, y el Partido Nacional es, ha sido y será por siempre sinónimo de libertad, democracia, igualdad y justicia. Lo que sí es una realidad imposible de negar, es que muy pocas veces en la vida económica de nuestro país, un gobierno contó con un período semejante de bonanza, gracias a un contexto internacional muy favorable, pero sin embargo su mala gestión y administración nos ha llevado seguramente a la peor situación que nos haya tocado vivir en nuestra historia democrática. Lo que pretendemos es que exista una gestión de calidad, que se utilice el dinero en políticas sociales de inclusión, que fomenten el desarrollo de las personas, que incentiven el trabajo y la educación, para que sean seres pensantes, verdaderamente libres y no meros votos o números en una estadística. Que realmente quienes se beneficien de estas políticas obtengan las herramientas que les permitan su máximo desarrollo dentro de la sociedad. Es necesario que los organismos competentes asuman las responsabilidades que les conciernen y cumplan sus cometidos, garantizando que los dineros de la población, se inviertan en programas e instituciones que realmente lleven a cabo los propósitos para los que se crearon y no se conviertan en centros que lucren a costa de los derechos humanos de los más necesitados como lamentablemente nos toca ver en el presente. Es necesario marcar un nuevo rumbo, ante un gobierno desbordado que lo perdió hace tiempo, y es aquí donde entra “lo socialmente posible”, como denominamos al evento, porque tenemos la convicción que el cambio desde lo social es posible. Lo “socialmente posible”, es lo que nuestro líder Luis Lacalle Pou ha resumido magistralmente en un término, “EVOLUCIÓN”. Conscientes que no podemos volver el tiempo atrás, que debemos construir hacia el futuro. Sabedores que no existen fórmulas mágicas, que obviamente nos demandará un largo proceso, pero con la convicción de que llegaremos a alcanzar el país que juntos soñamos.
Con la sabiduría de apostar al diálogo, de escuchar al que piensa distinto, algo que lamentablemente este gobierno nunca hizo, preso de su arrogancia y prepotencia. Es que sólo complementándonos unos con otros, es que haremos realidad lo “socialmente posible”. Evolucionar no es un imposible, ni una mera posibilidad, Evolucionar es una NECESIDAD y el instrumento que lo hará posible es el PARTIDO NACIONAL CON LUIS LACALLE POU. Necesitamos de todos y todas, debemos trabajar juntos por ese país inclusivo, de igualdad, respeto y tolerancia, donde las personas recuperen la libertad y dignidad que solo la educación y el trabajo pueden brindar. Créannos que cuando veíamos a los ojos a quienes nos acompañaron en la pasada jornada, percibimos en ellos el compromiso y la fuerza que se necesita para lograr lo “socialmente posible”. Por eso compañeros y compañeras, luego que lean estas palabras, los invitamos a que sueñen con ese país en el desean vivir y cuando lo hagan recuerden con alegría y convicción “que todo parece imposible hasta que se hace”. Muchas gracias a todos y todas.

Gloria Rodríguez Santo Representante Nacional